Por:
Tatiana Ramírez
Callaré cuando el silencio
decida hablar
y las palabras se crucen
como los mares sin descansar.
Callaré cuando mi alma
ya no pueda respirar
y me ahoge el coraje
como las cosas que aveces no logro explicar.
Callaré cuando mi cuerpo
ya no pueda sentir
y tus caricias no sirvan de nada
como los abrazos que me diste y me hicieron vivir.
Callaré lo que sea necesario
aunque la noche me agobie
y el ocaso sea tan frío
como el manto que cubre mi soledad.